El valor de una buena idea es incalculable y una marca puede representar el activo de mayor valor en una empresa. Los emprendedores están tan preocupados en lo fundamental, construir nombre y generar ingresos, que no se preocupan por aspectos importantes como registrar su marca y de esa forma protegerla.
A cada buena idea una copia. No es un tropicalismo,
pasa igual en todo el mundo.