La reactivación empresarial de la ley 1429 de 2010
La ley 1429 de 2010, es una norma que introdujo una serie de novedades, y reformas al sistema societario y fiscal para las sociedades en Colombia, una de las novedades de la citada norma es la figura de la reactivación empresarial, la cual se encuentra contemplada en el artículo 29 en los siguientes términos:
“Artículo 29. “La asamblea general de accionistas, la junta de socios, el accionista único o la sociedad extranjera titular de sucursales en Colombia podrá, en cualquier momento posterior a la iniciación de la liquidación, acordar la reactivación de la sociedad o sucursal de sociedad extranjera, siempre que el pasivo externo no supere el 70% de los activos sociales y que no se haya iniciado la distribución de los remanentes a los asociados.
La reactivación podrá concurrir con la transformación de la sociedad, siempre que se cumplan los requisitos exigidos en la Ley.
En todo caso, si se pretende la transformación de la compañía en sociedad por acciones simplificada, la determinación respectiva requerirá el voto unánime de la totalidad de los asociados.
Para la reactivación, el liquidador de la sociedad someterá a consideración de la asamblea general de accionistas o junta de socios un proyecto que contendrá los motivos que dan lugar a la misma y los hechos que acreditan las condiciones previstas en el artículo anterior.
(...)
La decisión de reactivación se tomará por la mayoría prevista en la ley para la transformación. Los asociados ausentes y disidentes podrán ejercer el derecho de retiro en los términos de la ley.
El acta que contenga la determinación de reactivar la compañía se inscribirá en el registro mercantil de la Cámara de Comercio del domicilio social. La determinación deberá ser informada a los acreedores dentro de los quince días siguientes a la fecha en que se adoptó la decisión, mediante comunicación escrita dirigida a cada uno de ellos.
Los acreedores tendrán derecho de oposición judicial en los términos previstos en el artículo 175 del Código de Comercio. La acción podrá interponerse dentro de los treinta días siguientes al recibo del aviso de que trata el inciso anterior. La acción se tramitará ante la Superintendencia de Sociedades que resolverá en ejercicio de funciones jurisdiccionales a través del proceso verbal sumario.
La norma citada, la cual se encuentra enmarcada en un proceso de simplificación de tramites, prevé la posibilidad de que una sociedad o sucursal de sociedad extranjera que se encuentra en estado de liquidación y siempre que el pasivo externo de la misma no supere el 70% de los activos sociales y que no se haya iniciado la distribución del remanente a los asociados, basta que así lo deciden los socios o accionistas reunidos en asamblea o junta de socios, para que la sociedad reactive su negocio, amplié su capacidad y nuevamente emprenda acciones encaminadas a desarrollar las actividades u objeto social previsto en sus estatutos.
Lo que esta ley permite es que las sociedades o sucursales en liquidación, en las condiciones anotadas, inicien nuevamente operaciones en desarrollo del objeto social, en caso de que no se reúnan las condiciones relacionadas con el pasivo social y la no distribución del remante, la sociedad indefectiblemente deberá continuar con el trámite liquidatorio hasta la extinción de la persona jurídica.
Igualmente la citada norma, contempla la posibilidad de que junto con la reactivación, la sociedad decida la transformación en otro tipo societario, y si se trata de una sociedad S.A.S., la transformación debe adoptarse con el voto favorable de la totalidad de las acciones en que se divide el capital de la misma, previa presentación por parte del liquidador del documento en el que se indique los motivos para la reactivación acompañado de los hechos que sustenten las condiciones previstas en la ley.
En efecto la figura de la reactivación, es una buena herramienta para las sociedades que luego de estar incursas en un proceso liquidatorio, han encontrado posibilidades de emprender nuevos negocios, o que han recogido posibilidades para dar un viro en el proceso liquidatorio y continuar en el desarrollo del objeto social, posibilidad que debe ser muy bien evaluada para evitar contratiempos o tramites innecesarios.